Los vendedores piensan que, si ponen un precio alto, siempre habrá luego margen de negociación. El peligro de equivocarse en el precio en la vivienda sólo va a conseguir que debas ir haciendo bajadas de precio hasta que alcances ese precio razonable que deberías haber puesto desde el principio.
Por otro lado, existe una concentración de visitas al inicio del proceso de venta. Todos aquellos compradores que están comprando en ese momento querrán visitar tu inmueble. Si lo sitúas en el precio correcto, lo venderás bien y rápido.
Si te equivocas fijando el precio, tu vivienda se eternizará en el mercado
Por el contrario te equivocas eligiendo un precio demasiado alto, tu vivienda se eternizará en el mercado, se irá «quemando» y al final tendrás que bajar el precio de manera demasiado agresiva.
Éste es uno de los peores errores que puedes cometer puesto que implica una pérdida REAL de dinero. Esto ocurre porque perdemos la demanda acumulada que existe en la zona hasta ese momento o, dicho de otro modo, los compradores que estén buscando casa en ese momento descartarán tu propiedad si les parece cara o poco realista.
Los compradores que estén buscando casa en ese momento descartarán tu propiedad si les parece cara
Si caes en ese error, en el mejor de los casos costará una barbaridad volver a introducir tu casa en su cesta de la compra. La mayoría no recordará el motivo racional por el que descartó tu casa: simplemente sabrá que la descartó y no la tendrá en cuenta.
Los compradores que están buscando esperan algo nuevo. Quieren encontrar la casa antes que los demás. Perder la demanda acumulada cuando acabas de sacar tu casa a la venta es un error que no debes permitirte.
La estrategia de ir bajando los precios poco a poco es un mal consejo. Si bajas algo ahora y un poco después… ¿por qué no esperar a que sigas haciéndolo? Así van a pensar los compradores. Evita este tipo de estrategias. Una propiedad que lleva meses y meses en el mercado es cada vez más difícil de vender. Los compradores no quieren comprar algo que muchos otros han rechazado antes.
Quieren lo nuevo, la oportunidad. Quieren comprar algo que los demás todavía no han visto. No porque sea un «chollo», sino porque son los primeros y el precio está ajustado a la realidad del mercado. Ponte «la gorra de comprador» para entender cómo piensan. O contrata a un agente inmobiliario que está entrenado y formado para explicarte todas estas cosas y defender tus intereses.
Nunca contrates a un agente inmobiliario porque te asegure que tu casa vale más de lo que realmente vale
Nunca contrates a un agente inmobiliario porque te está asegurando que tu casa vale más de lo que realmente vale. Contrátale por su Plan de Marketing y, sobre todo, por su rigurosidad a la hora de elaborar un estudio de mercado y establecer contigo el precio más adecuado de comercialización.
No pierdas dinero del grande por pequeños detalles.